2024-08-08 03:32
A veces, en medio del torbellino de la vida, solo necesitamos el abrazo de mamá y un plato de su comida caliente. Esos momentos simples son los que realmente nos reconfortan y nos devuelven a un estado de paz.
El abrazo de una madre tiene el poder de sanar, de recordarnos que siempre hay un lugar seguro al que volver, sin juicios ni presiones. Y ese plato de comida caliente no es solo alimento; es un símbolo de cuidado, de dedicación y de esos momentos compartidos que alimentan nuestra alma.