2024-03-01 02:12
Cuando hablamos mal de los demás, generalmente nos condenamos a nosotros mismos. El que arroja tierra siempre pierde terreno. Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.
Recordemos siempre que solo hay una forma de evitar que hablen mal de nosotros: no hacer nada, no decir nada y no ser nada.