2024-04-28 21:14
"Una vez en que estaba desesperada, soñé que una voz me decía: «Toca el sol.» Después de aquel sueño, cada día y dondequiera que fuera, apoyaba la espalda, la planta del pie o la palma de la mano en los rectángulos de luz solar de las paredes, los suelos y las puertas. Me apoyaba y descansaba sobre aquellas doradas formas. Y estas actuaban a modo de turbina para mi espíritu. No sé cómo, pero así era." - Clarissa Pinkola Estés, "Mujeres que corren con los lobos" Cap. 14: La selva subterránea.