2024-08-28 14:41
La verdadera disciplina no es solo fuerza de voluntad, es un acto de profundo respeto hacia mí mismo. Ya no busco atajos ni excusas. Entiendo que cumplir con mis compromisos, incluso cuando es difícil, es una forma de honrar mis metas y mi propio valor. No se trata solo de lo que hago, sino de cómo lo hago, con constancia y dedicación. La disciplina me ha enseñado que cada pequeño esfuerzo es un reflejo de cuánto me valoro y de cuán comprometida estoy con mi propio crecimiento.