Soy un hombre solitario, pero sólo no me siento. Voy y vengo como el viento, y con eso a nadie ofendo. El precio de mi libertad he pactado con el tiempo, estoy libre, a cambio de mi soledad viene mi sosiego La soledad no es traicionera ni mala acompañante, te calma y te serena como una amante. La soledad es mi paz y mi naturaleza, un Don de Dios para mí firmeza. Que lloren otros por mi soledad, mientras a mí me aquieta.