Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón.
Salmo 119:111 NVI-E.
Herencia que no se pierde ni devalúa.
Lista para socorrer e intervenir en cada escenario diario. Guía perfecta de amor y consuelo. Traspasa los límites de mi entendimiento para restaurar y establecer Su Nombre.
-Desde adentro.🧠