2024-09-12 01:50
Siempre me quedo en casa, con la idea en mente de que debía estar aquí porque en cualquier momento podrías tocar a mi puerta y poder hablar.
Pero hoy fue distinto, después de tantos días, encontré la fuerza para poder salir. La lluvia caía sobre mí, empapada de pies a cabeza, con la esperanza de que eso disimulara un poco las lágrimas que corrían por mi rostro.
A cada paso que daba, mis súplicas aumentaban, esperando que el destino jugara a mi favor y te pusiera en mi camino.
Pero no fue así.