La verdadera excelencia✨️, curiosamente, no se origina en nosotros. A veces, ni forma parte de nuestra esencia natural. No somos más inteligentes🤓 que otros, ni más bellos🫦, ni más ricos🤑, ni más poderosos😎, ni más idóneos políticamente, ni más estables económicamente💸. No, no lo somos. ¿Dónde, pues, reside el secreto que origina tal virtud? Apenas dos palabras: "En Cristo"