En La Biblia hay ejemplos de personas que se quitaron la vida y fueron con Dios y no hay ningún sitio donde diga que los suicidas vayan al infierno. Ahora intenta convencerme con tus argumentos de que la vida es un don de Dios precioso y que Dios castiga a quien la destruye, pero muchas veces, el querer acabar con la vida de uno, no se trata de un acto egoísta, puede ser tan solo la manifestación de un trastorno. Y Dios no Juzga los trastornos, por lo menos el Dios en el que yo creo.