Somos seres espirituales viviendo experiencias humanas y es tan cerca a la verdadera iluminación el estado de conciencia que nos permite autoreconocernos, que una vez descubrimos la fuerza de nuestra luz y lo densa de nuestra oscuridad, nos convertimos en portales que aperturan nuestro universo y desde allí somos únicos, irrepetibles, vueltos luces de energía, luces de alma, luces de información, que cuando alguien se encuentra cercano a este nivel es maravilloso lo que ocurre al coincidir.