Y en lo laboral, no hay trabajo que valore realmente el esfuerzo que hace una para estudiar, para seguir creciendo profesionalmente, con una casa a cargo y niños que dependen de nosotras, en el buen sentido, que quieren compartir así sea una merienda con una. Cuando una deja a los hijos para ir a trabajar, cuando no puede ir al acto donde hay un niño buscando entre la gente a su madre, cuando rendimos mal un examen, cuando pedimos permiso para ir a una reunión de la escuela... (Sigue)