2024-11-11 04:56
Vivir sin seguir y disfrutar del Espíritu Santo es cómo cerrar la llave del agua de vida, sin propósito, cómo un sediento en el desierto, donde ninguna de tus acciones tiene un impacto real (ahí donde sientes que solo das vueltas).
En el círculo eterno de insatisfacción, bebiendo de aguas sucias que solo te enferman.