Me he empezado a preocupar cuando me ha empezado a aborrecer las cosas que hasta hace poco me gustaba hacer y que disfrutaba con ellas.
Es sorprendente como la rutina casa-trabajo-gimnasio en una ciudad nueva y en la que no hay contactos mas allá del gimnasio o del trabajo te hacen caer en una especie de depresión hasta el punto de aborrecer la moto.