2024-12-01 12:31
No le sirvo a Dios en el ministerio para levantar solo una iglesia numerosa, sino una iglesia que sea el reflejo de su gloria, capaz de impactar y transformar su entorno. Los años me enseñaron que la iglesia más grande, NO ES la más personas congrega, sino la que más cambios produce en las personas, familias y sociedad. Si las multitudes llegan, que sean por Jesús y no por los panes o los que los distribuyen.