Nunca le enseñes a un hombre a ser tu hombre. No le pidas que te presuma, no le pidas que te mande mensajes, no le pidas que te llame, no le pidas importarle, no le pidas que te traiga flores inesperadas, no le pidas que planee citas, no le pidas que te trate de cierta manera. El hombre correcto sabrá cómo y cuándo hacer las cosas para hacerte feliz. Sin que se lo pidas, lo hará porque te quiere demostrar que realmente te quiere.