2024-12-17 00:28
Llevo meses acostado
respiro mirando el pedazo de cielo que se asoma por el hoyo del techo, cómo si quisiera salir volando o rasgar las paredes para tener más cielo
avanzo perpendicularmente hacia el olvido más ingrato con un sin sabor iridiscente, indiscriminado amigablemente vano y cómodo
o bueno, tan cómodo como estar atravesado de lado a lado por una lanza y conservarla intacta temeroso de la hemorragia o de cualquier cambio en mis planes para hoy.