Sí, me pasó trabajando en una agencia. Al principio todo bien, con el tiempo dejé de saber cosas de los clientes y de la empresa misma y todo se fue desintegrando. Ya no me sentía parte. Y cuando me llamaban la atención por algo, no me daban lugar a defenderme. O sea, no había diálogo porque era solo válido lo que ellos decían y no me escuchaban. Por suerte es la única vez que me pasó y aprendí mucho para no volver a vivirlo.