Nunca le he abierto la puerta Fe un carro a mi esposa, ella no es tullida, y puede hacerlo sola, me da igual si me siento primero que ella, no me importa, por la acera desde novios ella va al interior de todo, siempre gasto yo, pero ella también lo hace, y no me avergüenza, al contrario se siente feliz de invitarme, siempre la acompaño, pero ella muchas veces quiere independencia y eso es mérito de ella, ser vieja escuela no es todo, es ser consecuente y no hacerlas inútiles, recalcó la puerta.