Entonces, en medio de tanta presión, un rayo de esperanza se cuela entre las dudas. Te das cuenta de que los lectores (no todos, pero sí muchos) buscan historias que los atrapen, no solo la perfección que otros escritores exigen. Respiras hondo, el nudo en la garganta se afloja y recuerdas que el arte es subjetivo, que la imperfección también tiene su magia y que ahí, en ese espacio caótico y real, es donde tu voz cobra vida. Feliz inicio de semana, estrellitas literarias ✨ Escritores y lectores