Todos los días es importante tener comunión con uno mismo, intimidad con uno mismo, amor con uno mismo, pero ese amor que te mantiene en la vida y que nutre el resto del amor propio... Esos momentos que te enseñan a amar la libertad y a valorar la compañía, mi compañía y a quien elijo que vayamos juntos no importa el tiempo. Importan las memorias proyectadas, eso sí... La comunión conmigo es sagrada, es tiempo que no tiene precio.